¿Cansada? Sí… pero no de sueño, que también.
Cansada de estar en un mundo en el que sientes que no te valoran. Valorar, una palabra que parece que sólo está en el diccionario de los profesores o de las personas mayores.
Cansada de tener que conformarte con algunas cosas, por el simple hecho de que eres más pequeña, de que eres alumna o de que eres una “adolescente incomprendida”. ¿Incomprendida? ¡Venga ya! Que me den razones lógicas para darme cuenta de que me equivoco. Porque en casa, siempre serás la chica, la que aunque crezca te dirán: es que tú eres pequeña y no te das cuenta de los peligros de la vida. ¿Qué no los veo? Claro que los veo, y se perfectamente que la vida no es de color de rosa, aprendí esto cuando tenía siete años, así que no me vengan con tonterías. Pero es que prefiero pegarme el golpe contra la pared y así darme cuenta de que no llevaba la razón. Pues dicen que a base de palos aprende la gente.
Cansada de escuchar música y ponerte a llorar. Que triste que tengan que venir las palabras acompañadas de ritmo de una persona totalmente ajena a mi vida para así darme cuenta de cómo me siento. Y si algo he aprovechado de estar la mayoría del día pegada a los cascos escuchando música, es que ella siempre hace que sepas perfectamente como te sientes, aunque sólo sea en el momento en el que la escuchas. Y digo esto porque a veces ni los propios amigos saben o quieren ayudarte, y para que te calles te dicen: ¡Tú no te rayes, que eso son paranoias!
¿Paranoias? Pues vaya… uno no llora porque sí, ni se siente mal o sola porque sí, porque como todos dicen: siempre hay un por qué.
Cansada de la falsedad de la mayoría de las personas que te rodean, y aunque suene muy triste el decir esto, es la verdad.
Cansada de que te hagan daño y que luego te digan: ¡No me di cuenta! ¿Qué no te diste cuenta? Nunca entenderé como no te puedes dar cuenta de algo que tú mismo haces, y más sabiendo las consecuencias que eso conlleva.
Cansada de que usen la palabra amiga como sinónimo de compañera o conocida. Amiga es aquella persona que forma parte de ti y de tu vida, que darías lo que fuera por verla sonreír, que lloras si ella llora, que te comes el mundo cuando ella ya no tiene fuerzas, es esa que no te juzga, es esa que sientes que lo que le hagan a ella te lo hacen a ti, es la que te ríes con ella hasta de vosotras mismas, aquella a la que echas de menos si llevas tres días sin verla, es aquella a la que saludas por el Messenger aunque no tengáis nada de lo que hablar. Amiga es esa persona que te demuestra día a día que te quiere y que te valora tal y como eres.
Estoy cansada de que la gente no demuestre lo que siente, de que digan te quiero sólo por quedar bien, de las sonrisas falsas y forzadas, de los insultos a la espalda, de que no te digan la verdad, de que te digan sólo lo que quieres escuchar.
Cansada de esperar a que las cosas pasen por sí solas, aunque un día me dijeron que las paredes no se juntan solas así que supongo que eso tendrá que cambiar.
Cansada de que me digan que no es el momento, que debemos de esperar más tiempo, otra vez esa maldita palabra. Esperar. ¿Esperar a qué? ¿A que la vida de un giro enorme y todo se vaya al infierno? ¿A que dejemos de querernos? ¿O esperar a que sea demasiado tarde?
Estoy cansada de querer a la persona equivocada, cansada de escuchar que el tiempo todo lo borra. ¿Qué todo lo borra? Pues mi reloj se ha debido de parar porque aquí todo sigue como el primer día.
Cansada de no intentar las cosas por miedo a que salgan mal, y luego estar meses o hasta incluso años arrepintiéndote y preguntándote cómo hubiera sido.
Pues todo esto va a cambiar, o por lo menos lo voy a intentar, así que me voy a dormir, haber si cuando despierte no estoy tan “cansada” y me doy cuenta de que las cosas han cambiado. O quizás la que deba cambiar soy yo.