Él es de los que enganchan. De los que pueden conseguir lo que se propongan. Él era de los que te acostumbran a sus manos, pero no a su corazón. De los que te invitan a dormir, pero no a ver amanecer a su lado. De que te vale polvos que se evaporan cuando el sol sale, besos que con solo soplarlos se hacen efervescentes...
Y es que cualquiera puede desnudarse exteriormente. Interiormente no todos tienen esas agallas. Quizás ese fue el problema, que no tuviste dos cojones para dejarte ser tú. Y lo que pasa es que nunca ntentaste conocerme.O tal vez fue que lo que más amabas, fuesen los espejos que tenías por tu casa, ya sabes... puede que de tanto quererte a ti mismo no tengas amor para darle a nadie más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario