Vorrei distruggere il mondo, perché tu mi hay amato.

El coger cariño y amor desde el segundo cero y perder todo en el segundo 100. El momento que te conocí, nos conocimos. Primeras miradas tras pantallas, en respectivos lugares del mundo, del mapa. Sensación extraña, varias sensaciones extrañas tras encontrarnos. 1º acto el mío 2º el tuyo 3º por definitivo el mío, y...¿Porqué no?, tras el 3º acto van los 4º,5º,6º ... momento de elegir si el destino quiere seguir con ésta cuya casualidad tan verosímil. Si hay 2º acto puede haber 4º incluso  6º y 7º y demás. A partir del 7º y 8º uno pierde la cuenta y cabeza, pierde sensaciones locas que se transforman en otras sensaciones que dan mucha talla, para hablar. Y es que, cuando uno llega ya al 20º acto, no se reacciona  y sólo se espera a un 21º ,22º, 23º acto  más. Uno ya acostumbrado siembra un sentimiento posible de llenar nuestros corazones de millones de actos en una larga vida. Con miedo de un probable acto final. El que no entienda ésta metáfora quiere decir que en un momento no indicado, en una hora no concreta y una fecha no determinada puede ocurrirte lo más bonito que ha podido ocurrirte. Y no quieres que termine... nunca. 

·'Siamo nati per provarci.'